Después de mi enésimo intento fallido de entrar en un directo de Agoney he pensado: vale, y si te mete un día ¿qué le dirías? ¿Algo mejor que el manido ¡qué vergüenza, qué vergüenza!? Como no me gustaría que me pasara eso, he hecho el ejercicio de estructurar todo lo que me gustaría decirle si pudiera hablar con él.
Lo primero que haría es pedirle perdón, perdón por no haberlo hecho mejor: por no tener 20 cuentas en la app de OT, por no haber votado más, por no haber hecho más ruido en redes, por tantas cosas... Después le daría las gracias por existir y por ser como es.
Luego le contaría la verdad de por qué empecé a ver OT2017. En mi primera entrada sobre OT en este blog (tres entradas sobre el tema y ya me cito a mi misma, madre mía) dije que había empezado a verlo porque me aburría mientras estudiaba pero eso no era del todo verdad. Buceando en Facebook (yo antes de OT vivía en Facebook y no en Twiter) me encontré con el enlace a una noticia en un diario deportivo (¡?) sobre la primera clase de interpretación de Manos Vacías. ¿Que dos concursantes (chicos) de OT se van a besar en directo, en horario de máxima audiencia, en nuestra TVE? ¿Pero quiénes son estos dos locos inconscientes? ¡Se van a inmolar! Y lo hicieron. Para Raoul el efecto fue inmediato, con Agoney tuvieron que disimular un poco más, no en vano era el supuesto favorito. La semana posterior a la expulsión de Raoul caí definitivamente rendida a los pies de Agoney, y ahí sigo.
Algunos pensarán que Raoul y Agoney perdieron esa noche porque perdieron cualquier opción de ganar el concurso. Pero ese es un pensamiento cortoplacista de los que tanto nos gustan en nuestro país. Raoul y Agoney se ganaron a ellos mismos, se reconocieron como dos personas capaces de luchar por aquello en lo que creen sin importar las consecuencias. Por eso en el concierto de Barcelona hicieron lo que hicieron, porque la batalla no ha terminado, acaba de empezar y ellos no se acostumbran a perder.
Mañana voy al concierto de Madrid y no sé si veré en directo lo mismo que miles de personas vieron en Barcelona, pero me da igual. Lo que Raoul y Agoney hicieron esa noche, por la Libertad, por el Amor y por la Visibilidad fue histórico y no puede ignorarse. Lo vieron 17.000 personas en directo y millones a través de las RRSS, en España y en el resto del mundo. Algunos dicen que exageramos pero la Historia es la concatenación de pequeños gestos que, juntos, crean un movimiento, una tendencia imparable. Así es como se gana a largo plazo, siendo de verdad, siendo valiente, siendo un inconsciente con conciencia. No tengo que explicar lo que se jugaron por ese gesto, lo sabemos todos, España está hueca, el subsuelo está lleno de cavernas y las cavernas siguen llenas a rebosar.
Raoul y Agoney nunca volverán a tener las manos vacías, siempre nos tendrán a nosotros, a sus fans. Esos fans que a veces se equivocan porque no saben cuando tienen que dejar de jugar y tienen que empezar a hablar de música en serio. Esos fans que les quieren y les respetan como artistas y como personas aunque a veces no sepan demostrarlo.
A los fans de Raoul y Agoney nos llaman reventados, y yo me siento orgullosa de ser una reventada, porque las revoluciones nunca las han liderado los que se conforman, las revoluciones son cosa de los reventados, de los que no se callan ante las injusticias, de los que pelean, de los que "gritan" hasta que se quedan afónicos o les sangra la garganta, de los que se arriesgan. Las revoluciones son nuestras. Y esta revolución la lideran Raoul y Agoney.
Are you ready to go?
Lo primero que haría es pedirle perdón, perdón por no haberlo hecho mejor: por no tener 20 cuentas en la app de OT, por no haber votado más, por no haber hecho más ruido en redes, por tantas cosas... Después le daría las gracias por existir y por ser como es.
Luego le contaría la verdad de por qué empecé a ver OT2017. En mi primera entrada sobre OT en este blog (tres entradas sobre el tema y ya me cito a mi misma, madre mía) dije que había empezado a verlo porque me aburría mientras estudiaba pero eso no era del todo verdad. Buceando en Facebook (yo antes de OT vivía en Facebook y no en Twiter) me encontré con el enlace a una noticia en un diario deportivo (¡?) sobre la primera clase de interpretación de Manos Vacías. ¿Que dos concursantes (chicos) de OT se van a besar en directo, en horario de máxima audiencia, en nuestra TVE? ¿Pero quiénes son estos dos locos inconscientes? ¡Se van a inmolar! Y lo hicieron. Para Raoul el efecto fue inmediato, con Agoney tuvieron que disimular un poco más, no en vano era el supuesto favorito. La semana posterior a la expulsión de Raoul caí definitivamente rendida a los pies de Agoney, y ahí sigo.
Algunos pensarán que Raoul y Agoney perdieron esa noche porque perdieron cualquier opción de ganar el concurso. Pero ese es un pensamiento cortoplacista de los que tanto nos gustan en nuestro país. Raoul y Agoney se ganaron a ellos mismos, se reconocieron como dos personas capaces de luchar por aquello en lo que creen sin importar las consecuencias. Por eso en el concierto de Barcelona hicieron lo que hicieron, porque la batalla no ha terminado, acaba de empezar y ellos no se acostumbran a perder.
Mañana voy al concierto de Madrid y no sé si veré en directo lo mismo que miles de personas vieron en Barcelona, pero me da igual. Lo que Raoul y Agoney hicieron esa noche, por la Libertad, por el Amor y por la Visibilidad fue histórico y no puede ignorarse. Lo vieron 17.000 personas en directo y millones a través de las RRSS, en España y en el resto del mundo. Algunos dicen que exageramos pero la Historia es la concatenación de pequeños gestos que, juntos, crean un movimiento, una tendencia imparable. Así es como se gana a largo plazo, siendo de verdad, siendo valiente, siendo un inconsciente con conciencia. No tengo que explicar lo que se jugaron por ese gesto, lo sabemos todos, España está hueca, el subsuelo está lleno de cavernas y las cavernas siguen llenas a rebosar.
Raoul y Agoney nunca volverán a tener las manos vacías, siempre nos tendrán a nosotros, a sus fans. Esos fans que a veces se equivocan porque no saben cuando tienen que dejar de jugar y tienen que empezar a hablar de música en serio. Esos fans que les quieren y les respetan como artistas y como personas aunque a veces no sepan demostrarlo.
A los fans de Raoul y Agoney nos llaman reventados, y yo me siento orgullosa de ser una reventada, porque las revoluciones nunca las han liderado los que se conforman, las revoluciones son cosa de los reventados, de los que no se callan ante las injusticias, de los que pelean, de los que "gritan" hasta que se quedan afónicos o les sangra la garganta, de los que se arriesgan. Las revoluciones son nuestras. Y esta revolución la lideran Raoul y Agoney.
Are you ready to go?
Placer leer a quien considero mi reclutadora, porque después de leer tu primera entrada me acepté como Senior y empecé a militar activamente en esta revolución.
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