Ir al contenido principal

Módulo 1 El valor de la buena compañía.

Quiero aprovechar esta entrada para hacer algo diferente. 
Quiero dar las gracias a alguien muy especial, Lena Umbert, mi compañera y amiga en esta aventura. 
Durante 5 años compartimos un espacio físico mucho más pequeño que esta nuestra nave, la MaRa2.0, por eso no tuve ninguna duda cuando me propuso formar equipo y sé no puedo ser más afortunada.
Estas últimas semanas han sido muy difíciles para mi a nivel personal y no pude incorporarme al módulo 1 hasta varios días después de su fecha de apertura. Lena se puso a los mandos de nuestra nave sin siquiera preguntar y despegó como una auténtica profesional, yo sólo he ayudado a mantener el rumbo. Ha sido tan generosa, comprensiva y paciente que no puedo menos que entregarme a este proyecto en cuerpo y alma para tratar de compensar su entrega. 

Y para el resto, aquí tenéis el resultado de nuestro trabajo, espero que os guste:


Es un honor para mi ser tu copiloto.
GRACIAS



Comentarios

Os ha gustado...

Lo confieso: he visto OT 2017

He esperado casi hasta el final para hacer mi salida del armario particular como fan de OT2017, sí, yo también me he enganchado y no me avergüenza decirlo, bueno, un poco sí, por eso he tardado tanto en decirlo. En 2001 ya me enganché a OT1 y, por culpa del Canal OT y de los foros de Portalmix, lo mío con OT2 fue prácticamente una obsesión, una obsesión que compartía con mi madre, con quien, a los 21 ya compartía entre poco y nada. Y ahí está la clave, que yo tenía 21 años en 2001 y entonces pasarme horas y horas en Internet hablando sobre unos chicos que estaban internos en una Academia y siendo grabados 24 horas, y decirle a mi novio que, cariño, los lunes no, que hay gala, me parecía muy normal. Pasaron los años y las ediciones de OT y, aunque no era lo mismo, con mayor o menor intensidad, yo seguía ahí, y he de decir que siempre he tenido muy buen ojo, sobretodo si lo vemos con perspectiva. A mis favoritos no les ha ido mal, a saber: Bisbal, Chenoa, Manuel Carrasco, Soraya, Edurne,

QUIZÁS, GRACIAS.

Quizás han pasado ya varios días desde que nos hiciste este regalo. Quizás ha llegado el momento de hablar de ello. Quizás nos hemos pasado demasiado tiempo elucubrando sobre lo que ibas a hacer: será algo electrónico, un alarde vocal, fuegos artificiales... Quizás nos has sorprendido, y nos encanta. Quizás es algo totalmente diferente, un estilo musical que muchos añoramos en nuestro país, algo que trae, para algunos, aires de tiempos mejores de nuestra música (renovados y actualizados) y, para otros, más jóvenes, algo nuevo y sorprendente. Quizás es todo eso, y mucho más. Quizás es una oda a la naturalidad, esa naturalidad, ese respeto a uno mismo que tú vives como tan normal pero que, desgraciadamente, no lo es para todos. Nuestra sociedad está llena de gente que vive encerrada y no precisamente en armarios. Hay personas presas de sus complejos, del miedo a no ser aceptados, a no encajar, por miles de motivos, unos más peregrinos, otros más reales, pero todos igual de dolor

El chico tiene algo, hay una luz en su interior.

Nunca un verso de una canción definió la esencia de una persona con tanta precisión. Para los que todavía no lo habéis pillado, este post va sobre mi favorito de OT2017, Agoney. Es la primera vez en la historia de OT que mi favorito no está en la final y no voy a entrar en los motivos por los que las cosas han ido así porque quiero escribir cosas bonitas. Quiero hacer un homenaje al responsable de mis desvelos (literalmente) y no hablar de nada más porque, amigas, no quiero más dramas en mi vida. Lo primero voy a hacer es darle las gracias, y me explico. Por temas personales que no vienen al caso, llevo unos años pasando por la vida de puntillas, podríamos decir que “tirando”, resolviendo un problema tras otro, rindiendo en el trabajo, machacándome en el gimnasio, etc., pero sin más, sin pena ni gloria. Lo más sorprendente de todo es que yo no me daba cuenta, pensaba que estaba viviendo una vida plena, tranquila, sin altibajos, incluso feliz a ratos. No podía estar más equivocada.